
Ni que decir tiene que me alegro muchÃsimo por aquellos afortunados que gozan de más dÃas porque el consejero de su oficina es una persona con sentido común... pero no puedo dejar de sentir una envidia (y muy poco sana) ante estas situaciones... y mucho más cuando veo que esas diferencias incluso se dan también dentro de tu propia oficina...
Ya sé lo que hay y lo acepto pero no puedo evitar que me toque un poco la moral que nuestro consejero no tenga una visión diferente (para unos cuantos)
Que tengáis un buen dÃa

